La torta de hoy es bastante sencilla de hacer y resulta ideal para quienes estén a dieta, y también para quienes no lo estén, ya que es verdaderamente deliciosa. La base se prepara con galletas integrales, por lo que no solo es saludable sino que aporta un sabor salado que contrasta con la crema de limón, resultando en una versión de lemon pie sin merengue y mucho menos empalagosa.
Así, siendo liviana y con un toque agradablemente ácido neutralizado por el queso crema, esta torta también es una excelente opción para servir como postre luego de una comida abundante. Por ejemplo, el boom boom que se puede ver en la fotografía fue servido después de un asado. Todos estábamos por demás satisfechos luego del gran festín de carne asada, pero nadie dejó de probar una porción. El protagonismo del limón y el sabor dulce de la crema nos sentaron de maravillas.Veamos la receta.
INGREDIENTES
- 500 grs. de queso blanco descremado
- 3 huevos
- 2 potes (aprox. 400 grs.) de yogur firme natural (sin sabor) o de vanilla
- 1 limón
- 1 paquete de galletitas integrales
- 50 grs. de manteca
- 3 cdas. sopera de edulcorante
ELABORACIÓN
- Para preparar la base de esta torta, debemos triturar las galletitas integrales en un bol hasta que queden bastante molidas. No es sencillo triturar este tipo de galletitas, por lo que es recomendable comenzar rompiéndolas con las manos y luego utilizar una multiprocesadora para terminar de molerlas. De lo contrario, se puede utilizar la base de un vaso o taza resistente para continuar aplastándolas.
- Derretir la manteca a fuego lento. Colocar las galletitas procesadas en el molde o fuente elegido (debe ser apto para horno) y verter sobre ellas la manteca de forma pareja. Colocar en la heladera hasta que se haya endurecido nuevamente la manteca.
- Colocar en otro bol los tres huevos y batir hasta unificar. Añadir el queso crema, la mitad de uno de los potes de yogur (aprox. 100 grs.) y una cucharada de edulcorante. Mezclar y continuar batiendo hasta que se haya formado una crema homogénea. Verter en el molde sobre la base ya enfriada y llevar al horno a temperatura media durante unos 30 minutos. La crema debe tomar consistencia hasta volverse casi sólida. Si luego de los 30 minutos todavía está demasiado líquida, dejar en el horno hasta que esté lista, verificando su estado cada 5 minutos.
- En otro recipiente, colocar el resto del yogur, el jugo del limón y las dos cucharadas restantes de edulcorante. Mezclar bien y colocar sobre la torta cuando la capa media esté lista. Regresar el molde al horno durante 5 a 10 minutos más, para que esta capa superior también gane algo de consistencia.
- Finalmente, dejar enfriar y colocar en la heladera durante varias horas antes de servir. Lo ideal sería no servirla hasta que haya estacionado cuando menos dos horas en el frío, por lo que es recomendable prepararla con tiempo para estar tranquilos de que quedará perfecta.
CONSEJITO
Esta receta es muy versátil, y pueden realizarse variantes de ella para distintas ocasiones. Por ejemplo, si no hay tiempo de encender el horno y esperar pacientemente, se puede reemplazar el huevo por gelatina sin sabor, y llevar directamente a la heladera. Si no te interesa que tu torta sea demasiado dietética, se puede preparar también con azúcar en lugar de edulcorante, con queso blanco entero en lugar de descremado, y hasta añadir un chorrito de crema en la capa media. Asimismo, la base puede prepararse con galletitas dulces de vainilla en lugar de galletitas integrales. En fin, esta receta nos ofrece la posibilidad de modificarla casi por completo, para obtener algo bastante similar pero ajustado a nuestro propio gusto y al de nuestros comensales.
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